lunes, 12 de mayo de 2014

Evolución del canon de belleza en la mujer a lo largo de la historia.


  • Mundo clásico: Se fraguó en la antigua Grecia y se concebía como resultado de cálculos matemáticos, medidas proporcionales y cuidado por la simetría. El ideal femenino era, una mujer robusta y sin sensualidad, ojos grandes, nariz afilada, cabellos ondulados y senos pequeños.


  • Edad Media: Las mujeres mostraban belleza nórdica con piel blanca, cabello rubio y largo, ojos y nariz pequeños, labios pequeños y rosados, torso delgado, caderas estrechas y senos pequeños.


  • El renacimiento: Se basa en la armonía y en la proporción. Piel blanca y sonrosada, cabello rubio y largo, ojos grandes y claros, hombros y cintura estrechos, manos delgadas y pequeñas, cuello largo y delgado, labios y mejillas sonrosadas.


  •  El barroco: El ideal femenino era bastante artificial. Cuerpos más gordos que en el renacimiento, pechos prominentes (resaltados por los corsés) caderas anchas y cintura estrecha.


  • Actualidad: Cuerpos delgados, vientre liso, gran altura, piernas largas y delgadas, ojos grandes, nariz pequeña, labios carnosos y rostros jóvenes y sin arrugas.
 Años 10: Tras la guerra, la mujer era enigmática y peligrosa. Su corte de pelo era masculino contrastado con el maquillaje.
Años 20: Las mujeres eran de hombros anchos y caderas delicadas, altas y delgadas.
Años 30: La mujer debía ser delgada, femenina y con aspecto atlético y cuidado. Vestían con encanto, sensualidad y misterio con una belleza madura y sacando provecho de su cuerpo.
Años 40: Como consecuencia a la II Guerra Mundial, se creó una tendencia a los colores oscuros.
Años 50: Mujeres de caderas anchas y pechos grandes, contrastados con una cintura estrecha. Se empezó a llevar la piel bronceada.
Años 80: El cuerpo se mostraba cada vez más y la gente se empieza a preocupar por la salud física.
Se prefiere la delgadez extrema y los cuerpos rectos, parecidos a los del hombre como consecuencia de la importancia de la mujer en la sociedad.
Años 90: Se comienzan a hablar de trastornos alimenticios como la anorexia o la bulimia.

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